El uso inteligente de las redes sociales
Debido al auge de las redes sociales, en los últimos años han surgido un sinnúmero de empresas o de “influencers” que buscan orientar a quienes tenemos cuentas en las distintas plataformas, con el fin de que saquemos provecho de nuestra permanencia en las redes.
De acuerdo con estos “especialistas”, lo importante en el campo virtual es ganar popularidad, que nos sigan, generar likes y que nos den retuit. Para lograrlo nos aconsejan hacer publicaciones frecuentes, atractivas, que enganchen, selfies… y por qué no, uno que otro video que se pueda hacer viral aunque digamos tonterías y hagamos el ridículo.
Es indudable que las redes sociales nos presentan una oportunidad para acercarnos a familiares y amigos que están lejos, para comunicarnos de manera global, para dar una apertura al conocimiento y a las noticias mundiales; hasta aquí, todo bien. Pero, ¿qué pasa cuando medios o cuentas maliciosas (que también han escuchado los consejos de los “especialistas”) siguen esas recomendaciones para hacerse populares y penetrar en el subconsciente de sus seguidores?
La verdad es que estamos a merced de múltiples negociantes que pretenden envolvernos con información falsa, superflua, frívola y manipuladora, para lucrar con nosotros de alguna manera. Ellos ganan likes y monetizan su página, muchas veces con noticias amarillistas que no corroboramos que sean ciertas, y que por desgracia, al compartirlas, contribuimos a que la desinformación se extienda como hongos en el pan.
Así tomó fuerza el movimiento de los antivacunas que hoy son responsables de la proliferación de casos de sarampión, cuando esta enfermedad se mantenía prácticamente bajo control en el mundo. Así se extendió la teoría de los terraplanistas que aseguran que nuestro planeta no es geoide y promueven ideas retrógradas. Así se expanden los pensamientos fundamentalistas, de discriminación y las teorías de la conspiración.
Si antes nos quejábamos de las cadenas de televisión que manipulan y alimentan la ignorancia, al parecer ahora estamos peor por la gran cantidad de cuentas en Facebook, Twitter y otras redes, que publican información y noticias falsas, y que para el colmo son apoyadas por trolls y bots.
El uso inteligente de las redes sociales no significa únicamente sacarles provecho para ser popular o hacer crecer nuestro negocio. Significa principalmente utilizarlas en nuestro beneficio y obtener de ellas información veraz que nos ayude en nuestra toma de decisiones para hacer mejor nuestra vida.
Por eso tenemos que ser más exigentes, analíticos y cuidadosos con la información que se nos presenta. ¿Cómo hacerlo? Aquí te damos algunas recomendaciones:
1. Verifica que la información provenga de una agencia o un medio confiable
Hay en la red una gran cantidad de páginas “patito” que generan o comparten información falsa y manipulada, para ganar likes. En ocasiones hasta usan fotografías de eventos ocurridos en otros países y en otros tiempos. Si tienes duda sobre alguna publicación, busca la misma nota en otros servicios informativos o diarios que sean confiables, y verifica que sea un hecho que sí sucedió.
2. Contrasta la información
Si efectivamente se trata de un hecho real, contrasta la misma nota entre varios medios y analiza el manejo que cada uno le da. Sabemos que la mayoría de los noticiarios, periódicos o estaciones de radio obedecen a los intereses de sus dueños. Por esa razón, contrastar la información te servirá para ver qué manejo le da cada uno a la misma noticia y podrás conocer las tendencias de cada medio. Así será muy difícil que te manipulen.
3. Usa tu lógica
Hace unos años surgió la falsa noticia de que en México se había prohibido la lactancia materna en lugares públicos, y la nota corrió como pólvora gracias a una página “patito” que buscaba likes. ¿Te imaginas qué pasaría si eso fuera cierto? Seguramente las primeras en protestar habrían sido las madres y las organizaciones ciudadanas en pro de la mujer y los niños… ¡y se hubiera armado la revolución! Pero eso nunca ocurrió porque era algo falso. ¿Cómo vamos a negarle a un bebé el derecho a ser amamantado en un sitio público? Entonces, antes de creer algo y de compartirlo, piensa: “¿Esto es lógico?”. Si te surgen dudas, pon en práctica el punto número 1.
4. Consulta libros, bibliotecas o archivos reales y científicos
En la actualidad existen sitios que comparten un sinfín de artículos de pseudociencia, redactados por gente que es contratada solo por su buena gramática y ortografía, pero que de ciencia no sabe nada. Únicamente toman artículos publicados en otras páginas y cambian la redacción. Duda de ellos, sobre todo en temas de salud. Si hay algún artículo de tu interés, consulta esa información con tu médico o investiga en sitios de organismos científicos internacionales, serios y acreditados.
5. Si has detectado un medio “patito”, no lo sigas
¡Y menos compartas sus publicaciones! Incluso te recomendamos comentar con tus conocidos la poca confiabilidad de esos negociantes de la desinformación.
Además de estos puntos, consideramos que el manejo más inteligente de las redes sociales es usarlas con medida y guardando cuidadosamente tu privacidad. Recuerda que las mejores redes sociales se hacen en la vida real. Así que apaga tu celular, convive con tu familia, reúnete con tus amigos ocasionalmente y compartan sus experiencias y conocimientos. Intégrate a tu sociedad de manera participativa, generando una sinergia en el desarrollo de la misma. Haz tu vida más creativa y productiva… y no te enfrasques en el mundo virtual.
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